Aquí veis unos detalles de la colcha:
Los bordaditos han sido por mi cuenta, pero la confección de la colcha y protectores se la debo a mi madre, que es una costurera estupenda, y hace todo lo que se me ocurre.
Os preguntaréis qué es esto. Se trata de una gato y un ratón que sujetan una cuerda sobre la que debe estar colgado el nombre de un bebé, y es que como el bebé todavía no tiene nombre, no lo he podido colgar.
Es una alternativa a los cuadritos de punto de cruz que tienen muchos bebés con su nombre y que ví aquí http://creenfantin.canalblog.com/, un blog que tiene un montón de ideas originales para los peques. Echadle un vistazo que no tiene desperdicio.
Cuando el bebé tenga nombre, os enseñaré cómo queda.
He utilizado 6 yoyós de telas variadas y el resultado ha sido éste. Para mi gusto, ha quedado bastante discreta pero me gusta, este verano la sacaré buen partido.
Para ver cómo colocar los cuadros, hice un pequeño ejercicio repartiendo los colores y intentando aumentar los contrastes. Este es el resultado:
Es una gozada compartir tus aficciones, y si además te embarcas en un proyecto común, el resultado es un gran día de costura y charla. A ver cuándo se repite.
Espero que la muñequita esté a la altura de la candidez de Laura.
Por cierto que Susana fue la que me enseñó hace ya casi tres años a hacer mis primeros pinitos en patchwork. Es mi profe.
En el intercambio participamos 28 personas y teniendo en cuenta el tema, África, la muestra de telas fue de lo más variado, todos los colores y múltiples animales, desde la piel de leopardo hasta máscaras y motivos geométricos. Aquí os enseño una muestra. Ya os contaré cómo continúa.
Este fin de semana he estado haciendo este precioso acerico. No ha sido tarea fácil, aquí donde lo véis ha requerido muchas horas de duro trabajo, grandes consejos y siempre conversación.
Primero, decidir el diseño, Mitas hizo todo el trabajo previo, lo ideó y hizo un kit completito para cada una.
Después la elección de las telas: Chus que me ha cambiado el estilo, Bea, que no podía decidirse entre sus múltiples posesiones y tuvo que hacer dos, Julia la más rompedora, Pepa en tonos rojos y Chelo en calderos y ambos muy elegantes.
A continuación el embellicimiento, siguiendo los consejos de Beatriz que puso a nuestra disposición todo su arte torero, Carmela con estilo vintage y lo peor de todo, cintas francesitas a go gó.
Y rematar lo que se dice rematar, Isabel la única, que es una campeona, Mª Rosa que es una hormiguita trabajando, y Maruja que se animó pese a todo pronóstico.
En fin, un lujo, esto sí que es un trabajo colectivo. Me he traido a mi casita, un crazy de colores, estilos, abalorios, caracteres y diferentes sensibilidades, con un punto en común, el ánimo de compartir aficción y .... las amapolas.
Todo esto aderezado con la alegría de Sara y Gaby, y la dulzura de las frutas de Aragón, los dulces de Sabiñánigo y mis cookies.
¿Cuándo es el próximo?
Pongo unas fotos del intercambio de tesoros que hicimos:
mi aportación.....
y la de Mitas, que aunque no lo sabía, estaba pensando en mí, y en mi aficción por los cachibaches....
La idea del bolso, la tomé del libro de Yoko Saito que mostré en una entrada anterior, simplificando un modelo bastante más laborioso. Esta ha sido muy sencillito, lleva entretela en la base para que tenga un poco de cuerpo, y después lleva acolchado a mano cada tela en un motivo diferente:En su interior, hice un pequeño bolsillo para meter las llaves, que ya sabemos que luego no hay quien las encuentre. Y como cierre utilicé un imán facílisimo de poner.
Mira que me gustan los bolsos de Adolfo Domínguez, y ya tengo unos cuantos, pero a partir de ahora, Adolfo, no te vas a hacer rico conmigo. ¡Esto crea adicción!
En la bolsa morada ha traído un montón de abalorios que le habían encargado Chus, Carmen, Olimpia, y Mari Carmen.
Se trata de bolas de madera y cinta de trenzadera para hacer unos collares con telas de patchwork que quedan muy vistosos. Ya os mostraré cómo quedan.
Y en el resto de bolsas un montón de ganas de hacer patchwork, que sin lugar a dudas, es lo mejor.
Ahora, se trata de hacer un bocadillo, así:
El papel de aluminio debajo, encima la tela, con el revés hacia arriba, y por último la plantilla en cartulina.
Se dobla el papel de aluminio hacia arriba, haciendo que la tela adquiera la forma de la cartulina.
A continuación se plancha poniendo un trapito entre la plancha y el bocata. Se quitan la cartulina y el papel de aluminio, y ya está listo para aplicar a puntada escondida donde queramos. La acción del calor sobre el papel de aluminio forma un filo que facilita mucho el aplicado.
Las autoras recomiendan que una misma plantilla de cartulina se utilice para varias hojas, pero al notar que la cartulina se dobla por las esquinas, o en el filo, utilizar una nueva cartulina.
Espero que os sea de utilidad.
Os presento a Penélope, es la primera de 14 angelitos que formarán parte de un nuevo quilt que acabo de empezar.
Seguro que muchas de vosotras lo habéis visto en otros blogs, porque coincidiendo con la aparición de un nuevo blog, El club de costura, sus creadoras propusieron este SAL, que ha tenido un éxito estupendo y ya hay multitud de Penélopes por la blogosfera.
El diseño es de Annie Downs, una diseñadora australiana que que combina el patch con el bordado, con un gusto exquisito. No dejéis de echar un vistazo a su página y a su blog.
Por cierto, en la taza he metido bolsitas de poleo menta, que sí me gusta.