Durante unos meses del año pasado estuve trabajando en este quilt.
Mis padres celebraban sus bodas de oro, y me pareció un buen regalo hacer un quilt componiendo fotos de la familia, de mis padres hace 50 años y ahora, y de sus hijos y nietos. El resto es una composición sencilla, de unión de cuadrados, con telas románticas y algo de punto de cruz.
Pedí ayuda a mis sobrinas, Miriam y María para que cosieran sus nombres en punto de cruz, y lo hicieron perfectamente, y en plazo.
Además hice algún bloque de cosas que les gustan a mis padres. Por ejemplo un maniquí de costurera, que mi madre nunca tuvo, pero que hubiera necesitado porque me hizo toda la ropa que llevé hasta bien mayorcita. La recuerdo cosiendo todas las noches delante del televisor. Y para mi padre, hice una mata de tomates de su huerto, al que dedica tantas horas.
Lo hice totalmente a mano, incluido el acolchado sobre los cuadros.
Se lo regalé en la fecha prevista, septiembre del año pasado, pero no me dio tiempo a terminarlo. Faltó la última fila de cuadros por acolchar, aunque le puse el bies para que quedara presentable. Y allí se quedó. Ha sido esta Semana Santa cuando lo he retomado y por fin terminado. Ahora se puede mostrar.
Espero que os guste este quilt tan sentimental.
3 comentarios:
Que original, te h quedado muy bonito, no me extraña que les encantase.
Besos.
Claro que nos ha gustado, es una preciosidad y llenísimo de detalles sentimentales.
Tus padres habrán quedado encantandos!
¡¡¡¡¡Precioso!!!!! es un gran recuerdo.
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